LECTURAS

RESUMEN EPÍGRAFES 2.11 Y 2.12


En primer lugar, el autor busca con este texto concienciar al mundo docente sobre la relación existente entre la Educación Musical y la utilización de las TIC, explicando que actualmente existen 2 vertientes de pensamiento, a favor de la Tecnología (Tecnófilos) y en contra de su uso (Tecnófobos), diciendo que no tiene por qué ser una u otra opción, existiendo términos medios idóneos para ambas corrientes de pensamiento u opinión.

Las TIC forman parte del avance social y la Educación Musical debe adecuarse a dichos avances también con la introducción de las TIC en el aula. Es por ello que deben integrarse de manera correcta para fomentar la reflexión y la creación del alumnado, sin que supongan las TIC una herramienta más negativa que positiva, dependiendo del uso que se haga en el aula y quedando plasmado en una organización a modo de Programación por parte del cuerpo docente.

Basándose en que al alumnado se le prepara para un aprendizaje futuro, éste no debe de aislarse del uso de las TIC en el aula de Música, por ello debe adaptar el docente su metodología de enseñanza. El autor enfrenta la opción de lo que llama el “Aula Althia”, que viene a ser el aula de informática convencional, con unos 10 o 15 ordenadores y el trabajo en parejas del alumnado, exponiendo sus ventajas y sus inconvenientes como, por ejemplo, el espacio y su distribución, frente a la opción del Aula de Música con ordenador, suponiendo un recurso didáctico más para el docente en el aula.

Las TIC bien aplicadas de manera efectiva y eficaz en el aula con el alumnado deben de considerarse desde el inicio de la programación de todo docente de Educación Musical. El autor comienza a enumerar una serie de aplicaciones y programas informáticos, a mayores de los de uso privativo, para crear lo que denomina la “música libre”, sin derechos de autor y con un manejo intuitivo y gratuito. Comienza a explicar brevemente unos programas informáticos para la escritura de partituras, donde el alumnado puede hacer que suene lo que escribe, aunque se necesitan una serie de recursos materiales como el teclado MIDI o un ratón especial. También hace referencia a programas que sirven de editores o páginas web donde encontrar recursos didácticos para la Educación Musical y las TIC por parte del Docente o incluso como recurso didáctico en sí para el alumnado.

Dos recursos que se enuncian en el texto tienen gran relación con la actualidad y el uso de las TIC con la Música, que son los Podcasts, una especie de listas de música creadas con una finalidad y blogs educativos para acceder a ellos y donde subir contenido didáctico. Partiendo de una base de conocimiento tecnológico por parte del alumnado, la aplicación de las TIC en el aula de Música favorece el autoaprendizaje, el aprendizaje cooperativo y se puede proponer como objetivos conseguir mejorar en la audición, el lenguaje musical y temas transversales como la utilización de las TIC en la vida personal del alumnado.

Como comentario final valorativo, decir que la Educación Musical debe adaptarse a los cambios sociales y en este tema en concreto, en e uso de las TIC en el aula de Música, pero de una manera correcta, no dejando de lado cosas tan importantes como el óptimo desarrollo del alumnado y sus capacidades auditivas, de interpretación y lenguaje musical, etc… En definitiva, el docente debe adaptarse y conocer el uso de las TIC que el alumnado va a demandar al ser una generación tecnológica y conseguir el docente facilitar recursos didácticos al alumnado através de páginas web o programas informáticos.



APLICACIONES DIDÁCTICAS DE LAS TIC EN LA EDUCACIÓN MUSICAL


El autor del texto comienza enunciando una serie de ventajas que tienen las TIC aplicadas a la Educación Musical, como la amplitud de recursos didácticos que se abren para el docente, pudiendo editar hasta sus propias partituras; también por el manejo intuitivo que tienen los programas informáticos; la progresión en el uso de las TIC en función del nivel de conocimientos que tenga el docente sobre ello, llegando hasta extremos semiprofesionales. Todo esto requiere una base de fundamento y conocimientos por parte del alumnado, tanto informáticos, ofimáticos como musicales de lectoescritura.

Sin embargo, no hay que centrarse únicamente en el aspecto humano, también es importante la estética de los recursos TIC para que sean atrayentes para el alumnado y, por supuesto, los aspectos materiales necesarios para implantarlas en el aula como, por ejemplo, un ordenador, una buena tarjeta de sonido, altavoces e incluso, llegando a niveles superiores, teclados MIDI (Musical Instruments Digital Interface) y aplicaciones que conecten dispositivos externos al ordenador (teléfono móvil, USB, cañón proyector, etc…).

En el aula se usan diferentes herramientas tecnológicas que a continuación se van a enumerar, pero siempre desde la perspectiva del docente tecnológico, puesto que las generaciones del alumnado ahora se denominan “Nativos Digitales”, es decir, que se familiarizan y se desenvuelven mucho antes con las tecnologías que generaciones anteriores, es por ello por lo que el docente debe adaptar sus sesiones e implantar las TIC sin miedo. Algunas de estas herramientas son los editores de partituras, de audio y recursos de internet que podemos encontrar en diversas páginas web.

Mención especial se hace en el texto al editor de partituras como un recurso para que el docente se inicie en las actividades de lectoescritura musical, pudiendo graduar la dificultad de estas y exponiendo como ventaja para el alumnado la capacidad creativa y la oportunidad de escuchar e incluso imprimir partituras creadas por ellos mismos, supervisado por el mismo docente en el aula. En el texto se enumeran diferentes programas informáticos y recursos didácticos de páginas web donde se puede practicar este lenguaje musical por parte del alumnado a través incluso del juego.

Por otro lado, los Editores de Audio se usan principalmente para el adiestramiento auditivo del alumnado, de dos maneras: Activa, en la que éste toma parte en la edición del sonido y la modificación de este y por otro lado Pasiva, donde es el docente quién modifica el sonido a su conveniencia para que su aula escuche lo que él quiera y cómo él quiera.

En el siguiente punto se hace referencia a las ventajas de la aplicación de las TIC en las aulas, a saber: inmediatez en cumplir objetivos, así como fluidez en el trabajo, puesto que se puede apreciar el resultado de la actividad inmediatamente después de terminarla; limitación de posibles errores, debido a autocorrecciones que evitan que se traspasen límites de errores humanos, consiguiendo un resultado mejor, corrigiendo errores durante el proceso y no tanto en el resultado; visualización, haciendo los recursos y programas mucho más atractivos; comunicación social más allá del aula, con personas que compartan conocimientos a través de internet e incluso entre el alumnado, fomentando el trabajo en equipo.

En contraposición, los inconvenientes que se exponen son los siguientes: abandonar el contenido real y su importancia por una apariencia atractiva de la actividad o el recurso; falta de alternativas no tecnológicas, llegando a crear incluso una dependencia a la hora de afrontar actividades de Educación Musical. En definitiva, los inconvenientes son reflejo de un mal control por parte del docente de las ventajas que las TIC nos ofrecen.

Para finalizar el texto, el autor hace mención a las Pizarras Digitales Interactivas (PDI) en el ámbito de la Educación, no solo musical, explicando la importancia del aprendizaje colectivo con este recurso y que, básicamente, aporta todas las ventajas del trabajo tecnológico en una pantalla más grande, sin límite de espacio ni de aplicaciones informáticas.

Como comentario valorativo, seré breve, las TIC bien utilizadas en el aula supera en ventajas infinidad de veces a los inconvenientes, pero para poder aplicarlas correctamente y supervisar su uso, debemos perder el miedo a su uso y adaptar nuestras sesiones al uso de las TIC por toda la cantidad de recursos didácticos, programas y aplicaciones informáticas que encontramos con ellas. Sin embargo, no debemos caer en el error de ser esclavos de la tecnología en nuestra aula porque, al igual que se fomenta en el alumnado aspectos como el trabajo en equipo y el aprendizaje por descubrimiento, se puede llegar a perder el control y que sea totalmente contraproducente. Sin perder de vista todo ello que se requiere unos conocimientos ofimáticos y musicales básicos, por parte del alumnado y por parte del docente, para conseguir esa fluidez óptima en las sesiones.

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